A lo largo de la historia ha habido una gran variedad de tendencias sexuales que se han mantenido en secreto debido a los tabúes con los que convivimos, pero gracias a la globalización se está consiguiendo deshacerse paulatinamente de las ideas negativas con las que se asociaban, ya que la población se ha dado cuenta de que disfrutar de la sexualidad es sinónimo de felicidad.
Dentro de este marco contextual se desarrolla un juguete sexual femenino con un diseño muy escultórico y discreto. Es un ejemplo de compatibilidad entre el mundo del diseño, el arte y la sexualidad. Donna busca conseguir un orgasmo intenso y explosivo en solitario o en pareja.
El juguete consta de dos partes, una bala insertable y una pieza de silicona médica con la forma de un busto femenino y está diseñado para uso externo; clítoris y senos, entre otras zonas erógenas. Además se han escogido unos colores agradables para dar más color a la vida sexual.
