La interacción con los restos de la persona fallecida generalmente se guía por un enfoque frío e higiénico. Por ello, se desea ampliar la propuesta inicial del mercado creando una alternativa que sirva como memorial, evitando las connotaciones sombrías y lúgubres que suelen tener estos objetos en la cultura occidental.
Se trata de un diseño que sería seleccionado por alguien que planea cómo quiere que se traten sus restos cuando fallezca. Este producto servirá al usuario para crear una compilación de elementos tangibles (notas escritas a mano, pequeños objetos como joyas o recuerdos de viaje) e intangibles (un mensaje de voz, fotos y vídeos online) a lo largo de su vida ya que el objeto posee compartimentos de almacenamiento, un altavoz con micrófono y el chip NFC.
Una vez haya fallecido, el producto pasará a manos de un familiar o amigo que puede incorporar las cenizas funerarias, utilizándolo como urna y memorial del difunto. Además, tiene un portavelas para encender una vela de té en honor al difunto, creando un sentimiento de ritualidad en torno al producto.